Su nombre de pila es “cohete de bolsillo“ pero poniéndonos más técnicos, en el mundo del radiocontrol lo conocen como Schumacher Mi3 y este aparato teledirigido que nunca dejarías en mano de tus hijos es un invento de Nic Case, que se aficionó a tunear estos coches a escala tras un accidente en moto.
Y la cosa no parece que se vaya a quedar ahí. El padre de la criatura está convencido de que su artefacto es capaz de mucho más y no le duelen prendas al afirmar que el Schumacher Mi3 podría alcanzar los 320 Km/h, pues asegura que se ha dejado mucho potencial guardado en la “mesa de operaciones”.
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